Nuestra Institución
Misión
La Institución Educativa Liceo Nacional, de carácter oficial y ubicada en la comuna 10 del municipio de Ibagué, Tolima, se dedica a la formación integral de niñas y adolescentes desde el grado de transición hasta el grado once. A través de un modelo pedagógico de inspiración constructivista, promovemos una educación inclusiva que fomente el desarrollo académico y humano de nuestras estudiantes.
Nuestro equipo de docentes altamente calificados se compromete a cultivar en cada estudiante una alta autoestima, un sentido de pertenencia y un profundo respeto por la diversidad, su entorno y su cultura. Formamos líderes responsables en sus comunidades, capaces de asumir el reto de construir la paz como una expresión de amor a la vida.
Visión
Para el año 2026, el Liceo Nacional se proyecta como una institución educativa líder a nivel local, departamental y nacional, comprometida con la formación integral de la mujer desde la niñez hasta la juventud. Nos enfocaremos en la actualización constante y el uso innovador de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el pensamiento computacional, como herramientas fundamentales para el aprendizaje y el desarrollo de competencias del siglo XXI.
A través de alianzas estratégicas con instituciones de educación superior y el sector privado, fortaleceremos nuestras profundizaciones académicas y especialidades técnicas, garantizando un enfoque diferencial e inclusivo. Promoveremos el aprendizaje de una lengua extranjera que potencie la comunicación intercultural y contribuya a la construcción de la paz, la diversidad y la convivencia ciudadana.
En el Liceo Nacional, formaremos líderes capaces de enfrentar los retos del futuro, equipados con habilidades tecnológicas y un pensamiento crítico que les permita transformar su entorno y contribuir positivamente a la sociedad.
Emblemas Institucionales
TODOS SOMOS LICENAL, LA EXCELENCIA… EL IDEAL
HIMNO DEL LICEO NACIONAL
CORO
Venid y con voz fervorosa
acento fraternal entonemos
himno del Liceo Nacional.
I
Ven cantemos un himno al colegio
con el alma encendida de amor
y del cielo tener deseemos
para honrarle el mejor galardón.
II
Estudiar es pensar que mañana
con el don celestial del saber
Nuestro hogar será luz, viva llama
en función amorosa de arder.
III
Del Liceo Nacional femenino
cada uno sea timbre de honor
y más tarde nos traiga el destino
frescos ramos de olivos en flor.
IV
El invicto estándar elevemos
de ese orgullo sin par del saber
y hasta el fin con valor procuremos
no perder ni el honor ni la fe.
Autor: Liborio Aguilar
Música: Francisco de Paula Rojas
Reseña Histórica
1. Comienzo: Un sueño educativo con rostro femenino (1936–1970)
Los inicios de la Institución Educativa Liceo Nacional se dieron como Escuela Normal Nacional de Señoritas en el año de 1936, bajo la presidencia del doctor Alfonso López Pumarejo, siendo ministro de Educación el doctor Darío Echandia. En este momento la modalidad académica era normalista, bajo la dirección de Rosa María Gordillo Céspedes. La primera directora de la Escuela Normal Nacional de Señoritas fue Rosa María Gordillo Céspedes.
El lote de terreno que ocupa el establecimiento fue cedido por el Municipio de Ibagué el 5 de julio de 1939. Según escritura pública No. 508 del mismo día, la Nación, representada por el Ministerio de Educación Nacional, adquirió el predio mediante dicha donación. La sede actual se encuentra ubicada en la Carrera 5 Calle 30 esquina, en el barrio Hipódromo.
En el año de 1970, mediante Resolución No. 4837 del 15 de octubre, se autorizó el cambio de bachillerato normalista a bachillerato clásico. Ese mismo año se inicia la jornada de la mañana como Liceo Nacional de Bachillerato, con dos primeros, dos segundos, dos terceros, un cuarto y un quinto de bachillerato.
2. Transformación y expansión con rostro propio (1971–2000)
La primera promoción de liceístas se presentó en el año de 1971, jornada mañana, con 16 bachilleres egresados, de los cuales ocho fueron hombres:
- Néstor Roberto Cardozo Erlán
- Carlos Arturo de los Reyes Jaramillo
- Alfonso María de los Reyes Jaramillo
- Rafael Moreno Merchán
- José Antonio Pinto Díaz
- José Maifredy Vargas
- Jaime Horario Zambrano Bonilla
- Luis Eduardo Zarta Ávila
Mediante Decreto 2825 de 1971 se le cambió el nombre a “Liceo Nacional de Bachillerato”, nombre que empezó a regir oficialmente a partir de la licencia fiscal de 1972. La primera directora del Liceo Nacional de Bachillerato fue la esp. Lucila Gutiérrez Méndez.
La aprobación oficial del colegio se dio mediante Resolución No. 3362 del 15 de julio de 1971. Su identificación tributaria es NIT 890.701.795-4. Posteriormente, mediante Decreto 1841 de 1981 emanado de la Gobernación del Departamento, se ratificó su funcionamiento. El colegio fue condecorado con la distinción “Ismael Perdomo” en la categoría de Cerón Cruz de Honor al Mérito Educativo.
En 1982, mediante Resolución No. 337 del 13 de abril, se autorizó la construcción de la piscina en el costado sur de la institución.
El 15 de enero de 1984, mediante Resolución No. 192, se aprobó el inicio de labores en la jornada nocturna con dos cursos de sexto, uno de séptimo, uno de octavo y uno de noveno. El 28 de septiembre del mismo año, mediante Resolución No. 1002, se autorizó la remodelación y ampliación del auditorio.
En 1996, la institución fue exaltada por sus 25 años de labores mediante la Resolución No. 165 del 15 de octubre, emitida por el Consejo Municipal de Ibagué, que le otorgó la Orden “Ciudad Musical de Colombia” en el grado “Trabajador de la Cultura”. Adicionalmente, el Decreto 000977 del 16 de octubre de 1996 le otorgó el “Mérito Cívico” como homenaje a su XXV aniversario y sus ejecutorias en los campos de la educación, la cultura y el deporte.
3. Presente: Tradición, innovación y liderazgo femenino (2001–actualidad)
En el año 2001 se llevó a cabo la fusión del nivel preescolar y la básica primaria de la Escuela Nacional Superior de Ibagué (antigua Anexa Femenina) con el Instituto Docente Liceo Nacional de Bachillerato, según Resolución No. 0900 del 19 de noviembre de 2001. Esta reestructuración dio origen al nombre actual: Institución Educativa Liceo Nacional, oficializado mediante la Resolución No. 1360 del 19 de noviembre de 2002.
Desde el año 2008, la institución ha registrado numerosos acontecimientos y logros, destacándose avances académicos y administrativos producto del trabajo colaborativo entre docentes, estudiantes y familias. Con alto sentido de pertenencia, este equipo ha impulsado proyectos alineados con el perfil liceísta y el compromiso con la calidad educativa.
A continuación, se presentan los Rectores que han hecho posible la historia de nuestra Institución Educativa Liceo Nacional desde sus inicios:
Directoras Escuela Normal Nacional de Señoritas
- Josefina Cáceres
- Inés Gómez de Arbeláez
- Irene Jara
- Margarita Pardo
- Amira Pérez de López
- María Auxiliadora Consuegra
- Teresita González de Arbeláez
- Helena Bedoya de Ruiz
- Ligia Franco de Tamayo
- Gabriela Díaz Díaz
Rectoras y Rectores del Liceo Nacional
- Esp. Lucila Gutiérrez Méndez (julio de 1971 – febrero de 1979)
- Esp. Carmen Elisa Manrique B. (marzo de 1979 – diciembre de 2002)
- Mag. Soledad Vergara de Núñez (diciembre de 2002 – enero de 2004)
- Esp. María Stella Salina de Bernal (enero de 2004 – agosto de 2004)
- Esp. Oscar William Bravo Monroy (E) (agosto de 2004 – 2006)
- Esp. Enrique Mesa Hernández (2006 – agosto de 2008)
- Esp. Inés Herrera Vizcaya (agosto de 2008 – actual)
Filosofía y Principios Institucionales
En el Liceo Nacional de Ibagué formamos mujeres integrales, libres y comprometidas con el conocimiento, la ciencia, el respeto por la vida y el cuidado del entorno. Nuestra filosofía se inspira en los pilares de la educación del siglo XXI: aprender a conocer, hacer, ser y convivir, integrados a una visión profundamente humanista, científica y transformadora.
Creemos en una educación que va más allá del aula. Por eso promovemos la formación ética, política, técnica y ciudadana de nuestras estudiantes, desarrollando su pensamiento crítico, su conciencia ambiental y su liderazgo femenino con sentido social. Somos una comunidad educativa que valora la diversidad, cultiva la ternura y fomenta la autonomía en cada etapa de la vida escolar.
Aquí, todas tienen un lugar, todas aprenden, todas construyen. Nuestro enfoque es inclusivo, respetuoso de las diferencias y comprometido con los derechos de las niñas y jóvenes que se preparan para liderar el futuro con responsabilidad, sensibilidad y conocimiento.
La formación liceísta se basa en los siguientes principios:
Integralidad: educamos en todas las dimensiones del ser humano: cognitiva, afectiva, ética, social, corporal y espiritual.
Inclusión: reconocemos y valoramos las particularidades de cada estudiante, adaptando el currículo y los apoyos necesarios para su desarrollo pleno.
Centralidad de la estudiante: cada niña y adolescente es el corazón de nuestra acción pedagógica. El rol docente es acompañar, orientar y co-construir con ellas su proceso educativo.
Participación comunitaria: la familia y la comunidad hacen parte activa de la vida escolar, compartiendo responsabilidades formativas.
Conciencia social y liderazgo transformador: formamos jóvenes capaces de analizar su realidad, participar democráticamente y aportar soluciones a los desafíos de su entorno.
Educación con sentido: desde el saber, el hacer y el ser, nuestras estudiantes se preparan para transformar su vida y la sociedad.
La estudiante liceísta es mucho más que una alumna: es una líder en formación, una joven integradora de saberes, valores y acciones que reflejan el compromiso del Liceo Nacional con la excelencia, la equidad y el desarrollo integral.
Desde su primer día, la liceísta aprende a conocerse, valorarse y proyectarse. Se forma en todas sus dimensiones —cognitiva, comunicativa, psicomotora, socioafectiva y ética— para ser competente, consciente y capaz de transformar su realidad con sentido crítico y responsabilidad social.
🌟 ¿Cómo es una liceísta?
Una mujer íntegra, creativa y disciplinada, que respeta la diversidad y construye paz desde sus actos.
Firme en valores como la honestidad, la tolerancia, el respeto, la responsabilidad y el liderazgo.
Con vocación técnica y científica, se proyecta al mundo con las competencias necesarias para el trabajo, la vida y el saber.
Se forma con amor propio y visión analítica, para leer su contexto y proponer soluciones reales desde la ética y la acción transformadora.
Defensora de los Derechos Humanos, la equidad de género y el cuidado del entorno.
Cultiva una imagen institucional de orgullo, compromiso y excelencia